jueves, 28 de agosto de 2014

Què tenim?



                De vegades et sorprens en descobrir que hi ha persones al teu voltant que passen per les mateixes coses que tu. No estic parlant de grans coses ni de fets existencial de gran magnitud, estic parlant dels petits entrebancs del dia a dia, els sotracs propis de l’edat i de les relacions humanes, les sorpreses, les alegries, les tristors, els descobriments i les decepcions. Fins i tot pots arribar a tenir vivències molt semblants sense que aparentment tingueu res en comú amb aquells que han passat pel mateix que tu. Moltes vegades ens agrada pensar que som essers únics (potser sí que ho som) i que ningú ens pot arribar a entendre de veritat, que som una raresa, una mutació genètica, un cigne entre ànecs. 

martes, 12 de agosto de 2014

Micro-historia de amor #1



            Odio los centros comerciales, y más los sábados por la tarde, y más aún en las semanas previas a Navidad.
            Soy el último de la cola para pedir un maldito Capuccino con Vainilla de Starbucks, y es larguísimaMe voy a tirar aquí toda la tarde. Estoy a punto de renunciar, cuando de repente, justo detrás de mí se pone ELLA. No es una ella cualquiera, es ELLA, con mayúsculas. No la he visto en mi vida pero el escalofrío que me recorre la espalda viene a ser algo así como el sentido arácnido que avisa a Spiderman del peligro, pero justo al revés. Tiene la piel morena, con una abundante cabellera ondulada de color negro azabache que lleva suelta, y tiene un brillo que ya lo quisiera la chica del anuncio del pelo Pantene. Ojos almendrados, no es muy alta, y diría que delgadita pero con curvas. Esto último no lo he podido ver muy bien porque estamos en diciembre, y la chaqueta larga que lleva tan sólo me permite especular.

-    “¿Eres el último?me pregunta.
-    “¡Ahora ya no!, le respondo.

Ahora ya no??? Eso es lo mejor que puedes decir??? Vaya, eso me convierte en un puto premio Nobel de literatura. ¡Seré imbécil! Con lo bien que le huele el peloPiensa algo ingenioso, vamos, piensa algo. “¿Vienes mucho por aquí?, “¿Estudias o trabajas?, “¿Quieres casarte conmigo?. Joder, solamente se me ocurren gilipolleces!!! ¿Que haría Joey de Friendsen un caso como este? Ya se:

-    “¿Com va eso?(con sonrisilla incluida de medio lado haciéndome el interesante).
-    Ehbien?, me contesta no muy segura de lo que está pasando (o tal vez sí).

Estupendo, además es educada, aunque piense que soy medio lelo. La cola avanza un poco. Me lo parece a mí o el calor en el local empieza a ser sofocante. Debe ser la calefacción, pues a ELLA le ha dado por desabrocharse la chaqueta. Alucinante!!! Menudas tetas!!! Ahora sí que no hay duda. La camiseta ajustada que lleva no deja margen para la imaginación. Si es que tiene todo lo que estoy buscando en la madre de mis hijos!!! Están empezando a gustarme los centros comerciales.

-    “¿Que te vas a pedir? le pregunto - Yo un Capuccino con vainilla. La combinación de robustas y las notas de madera del café con la vainilla de Madagascar que utilizan aquí me parece exquisita, ¿no te parece?, va y le suelto. Me tiro el moco y me hago el entendido en café, sin tener ni puta idea en realidad de lo que estoy diciendo. Creo que lo leí en una revista de tendencias en algún aeropuerto. Si es que una vez abro la boca ya no puedo parar. Ahora si que va a pensar que soy un plasta.

-    Yo, café con leche, me contesta.

Me ha contestado!!!!! Yuhuuuu!!! Y ahora que hago? No esperaba llegar tan lejos. La cola vuelve a avanzar. Joder, putos becarios extranjeros, sí que se dan prisa por atender hoy. Ni que fueran a comisión.

-    “¿Vienes a hacer las compras de Navidad?, me pregunta.
-    No, necesitaba una corbata para una reunión que tengo el lunes. Soy ingeniero, ¿sabes? - toma, toma, toma!!! Ya le he colado que soy ingeniero y que tengo trabajo.

Estoy en racha! Siempre queda mejor eso que decir que soy informático, que se va a pensar que me paso el día actualizando Windows, instalando impresoras y descargándome porno por  Internet. La cola vuelve a avanzar.

-    Yo tenía que comprarle un jersey a mi abuelita, me dice ELLA.

Ufff, si es que también es buena chica. Ahora sí que estoy enamorado. Y con esa voz tan dulcePor mi mente ya sólo pasa una idea: pedirle el teléfono. La cola vuelve a avanzar, se me acaba el tiempo.

-    “¿Como te llamas?, me pregunta una voz.
-    Pol, contesto yo mirándola a ella.
-    “¿Como dices?, insiste la voz.

En ese momento me doy cuenta de que se trata de un pelirrojo de metro noventa, delgado como un alambre y con la cara llena de pecas que me pregunta el nombre para escribirlo en el vaso del café. Es el camarero del Starbucks. Por su acento no soy capaz de distinguir si es de Gronningen  o de Amsterdam, pero muy de aquí no es.

-    Pol, le repito al guiri.
-    Y que vas a tomar, Pol?, me pregunta, o eso supongo, ya que no le acabo de entender muy bien. Parece que lleve una zapatilla en la boca al hablar.
-    Capuccino con vainilla, por favor.

Ya he hecho mi pedido, y ahora ella ya sabe mi nombre.

-    Me llamo Pol, le digo a ella mientras me cobran los 5,50de la mierda del Capuccino.
-    Yo Belén, me contesta, y hace su pedido al pelirrojo, que escribe su nombre en el vaso de papel.

Ahora es el momento de atacar, mientras espero que me llamen por mi nombre para decirme que mi pedido está ya hecho, le pediré el teléfono. Pero de repente oigo:

-    Pol!.

Coño, que rápido. ¿Ya está? Si no me han dado tiempo de nada!

-    Pol, no me oyes? Por qué tardas tanto?. ¡Mierda! Es mi novia, a la que le había prometido una bebida calentita, y que me llama a voz en grito desde la puerta del Starbucks.

Le hago un gesto con las manos indicándole que espere un poco, y me señalo el reloj mientras le digo 1 minuto y ya está”. Muerto de vergüenza agacho la mirada para no mirarla a ELLA, espero pacientemente mi Capuccino con vainilla y cuando me lo sirven salgo del local sin mirar atrás.

Odio los centros comerciales.