viernes, 21 de noviembre de 2014

Mantra tibetà (CAT) / Mantra tibetano (ESP)



Mantra tibetà (Versió en català)

                Hom pot sentir moltes coses al llarg de la seva vida, depenent de la intensitat i duració amb la que l’estigui transitant: alegria, decepció, luxúria, amor, ansietat, plaer, angoixa, avorriment, i podria allargar-me fins a la sacietat, o fins on arriba el diccionari. Alguns d’aquests sentiments es poden experimentar amb major o menor freqüència, amb més o menys intensitat;  li podem donar poca, molta o cap transcendència en el nostre dia a dia, o fins i tot pot ser que algun d’ells no l’haguem sentit mai (com allò de que hi ha dones que no han tingut mai un orgasme... pobres...). Però hi ha un sentiment que el 100% de la població humana ha experimentat o experimentarà en alguna ocasió, la por.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

L’essencial i l’inevitable (versió en CAT) / Lo esencial y lo inevitable (versión en ESP)



L’essencial i l’inevitable (versió en CAT)

                És cert, m’agrada l’essència del canvi. No hi puc fer res. No pas el canvi sense sentit, sinó l’absorció, l’assimilació i el reaprofitament del que passa i el que ens passa com a mitjà per esdevenir quelcom nou i diferent. Crec que és bo i saludable. Les coses no poden ser eternament de la mateixa manera. En el meu cas el canvi és una necessitat, un impuls, una constant vital. 

jueves, 28 de agosto de 2014

Què tenim?



                De vegades et sorprens en descobrir que hi ha persones al teu voltant que passen per les mateixes coses que tu. No estic parlant de grans coses ni de fets existencial de gran magnitud, estic parlant dels petits entrebancs del dia a dia, els sotracs propis de l’edat i de les relacions humanes, les sorpreses, les alegries, les tristors, els descobriments i les decepcions. Fins i tot pots arribar a tenir vivències molt semblants sense que aparentment tingueu res en comú amb aquells que han passat pel mateix que tu. Moltes vegades ens agrada pensar que som essers únics (potser sí que ho som) i que ningú ens pot arribar a entendre de veritat, que som una raresa, una mutació genètica, un cigne entre ànecs. 

martes, 12 de agosto de 2014

Micro-historia de amor #1



            Odio los centros comerciales, y más los sábados por la tarde, y más aún en las semanas previas a Navidad.
            Soy el último de la cola para pedir un maldito Capuccino con Vainilla de Starbucks, y es larguísimaMe voy a tirar aquí toda la tarde. Estoy a punto de renunciar, cuando de repente, justo detrás de mí se pone ELLA. No es una ella cualquiera, es ELLA, con mayúsculas. No la he visto en mi vida pero el escalofrío que me recorre la espalda viene a ser algo así como el sentido arácnido que avisa a Spiderman del peligro, pero justo al revés. Tiene la piel morena, con una abundante cabellera ondulada de color negro azabache que lleva suelta, y tiene un brillo que ya lo quisiera la chica del anuncio del pelo Pantene. Ojos almendrados, no es muy alta, y diría que delgadita pero con curvas. Esto último no lo he podido ver muy bien porque estamos en diciembre, y la chaqueta larga que lleva tan sólo me permite especular.

-    “¿Eres el último?me pregunta.
-    “¡Ahora ya no!, le respondo.

Ahora ya no??? Eso es lo mejor que puedes decir??? Vaya, eso me convierte en un puto premio Nobel de literatura. ¡Seré imbécil! Con lo bien que le huele el peloPiensa algo ingenioso, vamos, piensa algo. “¿Vienes mucho por aquí?, “¿Estudias o trabajas?, “¿Quieres casarte conmigo?. Joder, solamente se me ocurren gilipolleces!!! ¿Que haría Joey de Friendsen un caso como este? Ya se:

-    “¿Com va eso?(con sonrisilla incluida de medio lado haciéndome el interesante).
-    Ehbien?, me contesta no muy segura de lo que está pasando (o tal vez sí).

Estupendo, además es educada, aunque piense que soy medio lelo. La cola avanza un poco. Me lo parece a mí o el calor en el local empieza a ser sofocante. Debe ser la calefacción, pues a ELLA le ha dado por desabrocharse la chaqueta. Alucinante!!! Menudas tetas!!! Ahora sí que no hay duda. La camiseta ajustada que lleva no deja margen para la imaginación. Si es que tiene todo lo que estoy buscando en la madre de mis hijos!!! Están empezando a gustarme los centros comerciales.

-    “¿Que te vas a pedir? le pregunto - Yo un Capuccino con vainilla. La combinación de robustas y las notas de madera del café con la vainilla de Madagascar que utilizan aquí me parece exquisita, ¿no te parece?, va y le suelto. Me tiro el moco y me hago el entendido en café, sin tener ni puta idea en realidad de lo que estoy diciendo. Creo que lo leí en una revista de tendencias en algún aeropuerto. Si es que una vez abro la boca ya no puedo parar. Ahora si que va a pensar que soy un plasta.

-    Yo, café con leche, me contesta.

Me ha contestado!!!!! Yuhuuuu!!! Y ahora que hago? No esperaba llegar tan lejos. La cola vuelve a avanzar. Joder, putos becarios extranjeros, sí que se dan prisa por atender hoy. Ni que fueran a comisión.

-    “¿Vienes a hacer las compras de Navidad?, me pregunta.
-    No, necesitaba una corbata para una reunión que tengo el lunes. Soy ingeniero, ¿sabes? - toma, toma, toma!!! Ya le he colado que soy ingeniero y que tengo trabajo.

Estoy en racha! Siempre queda mejor eso que decir que soy informático, que se va a pensar que me paso el día actualizando Windows, instalando impresoras y descargándome porno por  Internet. La cola vuelve a avanzar.

-    Yo tenía que comprarle un jersey a mi abuelita, me dice ELLA.

Ufff, si es que también es buena chica. Ahora sí que estoy enamorado. Y con esa voz tan dulcePor mi mente ya sólo pasa una idea: pedirle el teléfono. La cola vuelve a avanzar, se me acaba el tiempo.

-    “¿Como te llamas?, me pregunta una voz.
-    Pol, contesto yo mirándola a ella.
-    “¿Como dices?, insiste la voz.

En ese momento me doy cuenta de que se trata de un pelirrojo de metro noventa, delgado como un alambre y con la cara llena de pecas que me pregunta el nombre para escribirlo en el vaso del café. Es el camarero del Starbucks. Por su acento no soy capaz de distinguir si es de Gronningen  o de Amsterdam, pero muy de aquí no es.

-    Pol, le repito al guiri.
-    Y que vas a tomar, Pol?, me pregunta, o eso supongo, ya que no le acabo de entender muy bien. Parece que lleve una zapatilla en la boca al hablar.
-    Capuccino con vainilla, por favor.

Ya he hecho mi pedido, y ahora ella ya sabe mi nombre.

-    Me llamo Pol, le digo a ella mientras me cobran los 5,50de la mierda del Capuccino.
-    Yo Belén, me contesta, y hace su pedido al pelirrojo, que escribe su nombre en el vaso de papel.

Ahora es el momento de atacar, mientras espero que me llamen por mi nombre para decirme que mi pedido está ya hecho, le pediré el teléfono. Pero de repente oigo:

-    Pol!.

Coño, que rápido. ¿Ya está? Si no me han dado tiempo de nada!

-    Pol, no me oyes? Por qué tardas tanto?. ¡Mierda! Es mi novia, a la que le había prometido una bebida calentita, y que me llama a voz en grito desde la puerta del Starbucks.

Le hago un gesto con las manos indicándole que espere un poco, y me señalo el reloj mientras le digo 1 minuto y ya está”. Muerto de vergüenza agacho la mirada para no mirarla a ELLA, espero pacientemente mi Capuccino con vainilla y cuando me lo sirven salgo del local sin mirar atrás.

Odio los centros comerciales.

martes, 29 de julio de 2014

Sangre y acero

Que no se me asuste nadie. Espero que os guste:

El héroe apenas podía entender como había llegado a esa situación: el destino de su mundo y la vida de ‘ella’ estaba en sus bastas y sucias manos, manchadas de mugre y sangre. Él, que era poco más que un saco de músculos con poco cerebro, y tenía los sentidos algo embotados por aquellos nuevos sentimientos acabados de encontrar, podía terminar con aquella cruenta campaña de terror, y devolverle la libertad a la única mujer que se había permitido amar. Tan solo un centenar de metros le separaban de su enemigo, aunque la distancia física era mucho mayor que la moral. Las atrocidades que habían cometido tanto uno como el otro eran terribles. Pero algo había cambiado en el héroe, algo le había hecho darse cuenta de la realidad en la que vivía, y se sentía en la obligación de hacer algo al respecto. 
El héroe sentía como el corazón le latía con fuerza, haciendo que las heridas que tenía en el cuerpo le sangraran profusamente, en especial la de la frente, que le impedía ver con normalidad, y le confería un aspecto absolutamente siniestro, como de engendro surgido del averno, que aterrorizaba sin remedio a sus enemigos un instante antes de que su hacha los aniquilara sin piedad. Había llegado hasta aquí abriéndose camino a base de mandobles con su espada, y de hachazos, y cuando era necesario, con los manos desnudas. Muchos desgraciados habían perdido la vida aplastados bajo la ira del héroe, que como único objetivo tenía el de separar la cabeza del cuerpo de aquel monstruo, que había demostrado ser demasiado escurridizo en más de una ocasión.

Tan solo seis meses antes él era un despojo humano, un muerto en vida desde hacía demasiado tiempo: su existencia consistía en ganar algunas monedas en batallas a sueldo de tal o cual señor feudal, en las que podía descargar toda su rabia y frustración cercenando miembros y aplastando cabezas, peleando en tabernas por pura diversión, bebiendo vino, follando con putas, y de vez en cuando durmiendo en algo un poco más cómodo que un jergón de paja lleno de pulgas. 
      
       Ni sabía ni quería entender que su mundo se acababa, cuando de repente se encontró, sin saber muy bien por qué, salvándole la vida a la criatura más preciosa que su tosca mente jamas fue capaz de imaginar. Aquella panda de desgraciados con los que compartía aventuras, ociosos desde la última carnicería cometida, ávidos de sangre y con ganas de meter la polla en algún lugar más caliente que sus propios pantalones, se encontraron saqueando la granja de un pobre viejo que estaba al cargo de unas pocas ovejas, una escuálida vaca y sus cuatro nietos, tres chicos que no pasaban de 10 años, y una chica algo más mayor. El pobre viejo acabo con el cráneo partido en dos de un mazazo al tiempo que los compinches descubrieron que no podrían sacar ninguna moneda de aquella fechoría,  así que se dedicaron a perseguir a los chavales, que gritaron como cerdos con cada uno de los envites que aquellos animales les proferían mientras los violaban sin piedad, justo antes de ser degollados por puro placer. La chica, que permanecía escondida, solo apareció cuando los salvajes, creyendo haber acabado la tarea, incendiaron el techo de paja de la vivienda para borrar el rastro de lo acontecido. Sabiéndose perdida si permanecía resguardada en el cobertizo bajo la casucha, consiguió salir como pudo y echó a correr hacia el bosque. Eso aún pareció divertirlos más: la emoción de la caza, y la promesa de un coño caliente y tierno les embotaba la mente. La capturaron sin mayor esfuerzo, y mientras dos de ellos la sujetaban de brazos y piernas, un tercero ya se desataba el pantalón. En ese momento fue cuando el héroe sintió una punzada en la boca del estómago, algo le decía que no podía permitir que aquella delicada criatura fuera mancillada tan cruelmente. Y sin mediar palabra clavó su daga en la base del cráneo del violador y ensartó a otro de ellos con su espada, atravesándolo de costado a costado. El ruido sordo que hicieron los pulmones del tipo al reventar fue escalofriante. Al tercero no hizo falta decirle nada para que soltara a la chica y saliera huyendo. Ella, asustada ante aquel espectáculo tan dantesco, trató de huir, pero el héroe se lo impidió, tratando de no lastimarla. Al poco entendió que estaría mejor si se quedaba con él. Desde aquel día se consagró a la tarea de proteger a la joven en aquella región salvaje y sin más ley que la impartida por el filo de una espada.

En estos seis meses él había cambiado. Ella le había enseñado a respetar la vida, le había mostrado lo cruel que era el mundo en el que vivían, y que un hombre como él podía hacer algo para remediarlo. Ella le había mostrado un camino y él había descubierto una causa por la que valía la pena luchar. Hasta que su enemigo se la llevó. Ahora debía recuperarla como fuera, sin importar lo que costara. 


En aquel momento no era capaz de ver nada de lo que sucedía a su alrededor: las flechas silbaban y caían como una lluvia mortal, los hombres luchaban y morían a su alrededor como ovejas en el matadero, y el fuego devoraba lo que encontraba a su paso. Pero él solamente podía ver un túnel al final del cual se encontraba su enemigo, tirado en el suelo bajo su propio caballo muerto, desarmado y luchando desesperadamente por liberarse. Jamas creyó que fuera a ser tan fácil: acercarse y destrozarle la cabeza a golpes. Sólo así acabaría toda aquella locura. A cada paso que daba por aquel lodazal enfangado por la lluvia y la sangre se sentía más cansado pero más resuelto a finalizar su tarea. 

        Le quedaba muy poco y todo habría terminado. Ya había recorrido un par de decenas de metros cuando un latigazo recorrió su espina dorsal. Ya antes había notado ese frío en el cuerpo, el frío del acero atravesando huesos y músculo, pero jamas con tanta intensidad. Incrédulo, trató de avanzar, pero sus piernas no respondieron, y sus rodillas se doblaron. Fue en ese momento que bajó la mirada y pudo ver como medio metro de acero impregnado en sangre asomaba por su pecho. Y la realidad fue la más pesada de las cargas, mucho peor que la inminente muerte que le aguardaba. Se dio cuenta de que no sería él quien vencería en aquella batalla. No sería él el héroe que alabarían las canciones, y las ilusiones de otra vida no se harían realidad. En realidad él no era importante, nunca lo había sido. Lo que más le dolía es que con su desaparición sellaba el destino de ella, a la que le esperaba un final peor que la muerte.

miércoles, 2 de julio de 2014

Rock&Roll actitud!



“Lunes, martes, miércoles sentado junto al mar, es un buen lugar para irse a olvidar. Coches policía, detrás la ciudad. Ojalá aquella rubia me mire al pasar…”


            Si al leer estos versos te ha recorrido un escalofrío por la espalda y te han venido a la memoria algunos ecos del pasado seguramente ya tienes más canas de las que quisieras.

 “Jueves, viernes, sábado sentado junto al mar, es un buen lugar para irse a olvidar. Dejé a mi familia frente al televisor. En el Rompeolas aún se huele el sol…”

            Si esto no es una declaración de principios, nada lo es. ¿Tienes un sueño? Ve a por él!!! Si tú no lo haces, nadie lo hará por ti. Más vale intentarlo y que te partan la cara o que te rompan el corazón que arrepentirte toda la vida de no haberte atrevido. Que es lo peor que te puede pasar, ¿que te quedes como estas?


“No hables del futuro, es una ilusión. Cuando el Rock&Roll conquistó mi corazón.”

            Joder, ya no se escriben canciones como esta, ni se cantan con ese sentimiento. No es sólo lo que dice, sino cómo lo dice. Es cuestión de actitud. Pisa fuerte, habla claro y no te dejes avasallar, ni a ti ni a los tuyos. Hazte notar, no pases desapercibido, que hablen de ti, aunque sea bien.


            Cada cual podrá interpretar  el sentido que más se acerque a sus vivencias, sus ansias y experiencias. Yo lo tengo claro. El futuro lo construyes hoy, ahora, con cada paso que das, con cada decisión que tomas. Así que si has de hacerlo, hazlo bien.



PD: Si a estas alturas te tengo que decir de quien es esta canción… es que te has perdido algo muy grande. ¿De verdad nunca te has imaginado sentado en el asiento de un Cadillac, en la ladera del Tibidabo, al amanecer, fumando un cigarro? Rock&Roll actitud!!! (gracias Loco)

martes, 22 de abril de 2014

El cowboy de Marlboro



                Toda la vida he buscado ser auténtico, y no es fácil saber lo que eso realmente significa. Desde luego no lo es llevar una determinada marca de ropa, aunque haya quien se empeñe en convencernos de ello. Tampoco es adoptar una determinada actitud, más impuesta que otra cosa, de rebelde con o sin causa, con pose de malo malote (que le gusta a las chicas), o de tipo cool, de esos que están por encima del bien y del mal, que pasan de las opiniones de terceros. O como el cowboy de Marlboro, domando yeguas a su antojo, y fumando un pitillo mientras cabalga hacia la puesta de sol. Y desde luego ser auténtico no significa agitar por agitar, buscando siempre el punto flaco de aquel a quien se interpela. Hay algunos que opinan (y cito) que "si cuando hablas no molestas a nadie es como si no hubieras dicho nada" (leit motiv, casi mantra de @ristomejide). Yo pondría matices: si bien estoy de acuerdo en que cuando sacudes una situación o a una persona (intelectualmente hablando, claro) acaban pasando cosas, aflorando conceptos, y seguro que alguno es interesante, o puede que incluso aprovechable, por otro lado discrepo absolutamente en que sea la única manera de conseguir algo.  Y creo que hay otras formas de sacudir almas.
                En los últimos días me ha dado por fijarme en las muestras de autenticidad de mi entorno, y son muchas y de muy diversa índole. Por poner unos ejemplos: he visto madres (y padres) corriendo desde que se levantan hasta que se acuestan para acarrear una casa con todos los detalles, y llevar a unos hijos limpios, educados y bien alimentados con un presupuesto digamos que limitado. He visto madres picar puerta por puerta mendigando con lágrimas de vergüenza en los ojos algo de comida para sus hijos. Y también he visto a quien se ha creído la lagrimita y de manera desinteresada y altruista ha llenado una bolsa se comida y le ha deseado buena suerte, con el alma rota por no poder ser de más ayuda. He conocido a personas que difunden con todo el amor y el cariño los valores (que no las formas) de su fe de tal manera que a uno casi le dan ganas ingenuas de volver a creer que no todo está podrido en la iglesia (he dicho casi…). Y luego está el que tiene siempre una sonrisa en los labios y una palabra amable para todo el mundo.
                Seguro que esas muestras de autenticidad no venderán camisetas, ni llenaran estadios de futbol, pero desde luego, no tienen precio. Quizás el slogan tenía razón, y el ser humano es maravilloso.
                Feliz Sant Jordi 2014.